Una optimista llamada: HÑAHÑU……..
Sueños de colores. hilos de ilusión y una eterna sonrisa… así es Hñahñu. La muñeca Otomíe, o muñecas Marías, heredadas de generación en generación.
Estas muñecas surgen de la tradición de las mujeres indígenas Otomíes y Mazahuas de los Estados de Querétaro, Michoacán e Hidalgo, quienes regalaban a sus hijas juguetes elaborados con sus propias manos, a base de remiendos y pedazos sobrantes de tela.
Se fabrican con base en un molde que forma el cuerpo, hecho con popelina cosida a mano rellena de borrega o guata. Las extremidades son anudadas para que piernas y brazos puedan tener movimiento. Se viste con tela de Camboya, algodón o popelina y encaje, luego se le pega terciopelo en boca, nariz y cejas; el cabello es de estambre entretejido con listones de colores. Cada muñeca lleva el toque personal de quien la fabrica
Sus tamaños varían pues van desde las pequeñitas, de unos 5 centímetros, hasta las grandes, de unos 45 aproximadamente. La que más se comercializa es la de 14 centímetros, lo que significa media hora de trabajo artesanal. Dependiendo del tamaño, la calidad y el trabajo requerido, su precio va de 15 y hasta 70 pesos, aunque en las tiendas de artesanías y aeropuertos se venden hasta en 300, y sus creadoras sólo reciben un aproximado de 10 pesos . Ahora también ya se puede conseguir el varón y el bebé de la María
Se venden en tiendas de artesanías, aeropuertos, terminales de autobús y hoteles, ya que son de gran atracción para el turista sobre todo extranjero; también pueden adquirirse de manera directa con mujeres mazahuas y/o otomíes que las comercializan por el Centro Histórico para asegurarse la ganancia total para ellas.
Gran auge se ha encontrado en la elaboración, producción y hasta exportación de estás bellas muñequitas. La Comisión Nacional para el desarrollo de los Pueblos (CNP) ha creado varios programas y convenios en colaboración, con Estados y municipios, para agrupar, capacitar y organizar a mujeres indígenas para que sea este oficio un medio para vivir ellas y sus familias, sin caer en manos de terceros que exploten su trabajo. De hecho, ya se han encontrado casos de piratería en muñecas que llevan la leyenda “hecho en China”.
La exportación de la pequeña “María” se ha dado hasta algunos países de Europa y estados de la Unión Americana.
La Hñahñu, o la María como la quieran llamar, es una herencia indígena que con sus ojos grandes y sus trenzas de colores no deja de sonreír, a pesar de toda la adversidad que han enfrentado sus comunidades.